Desde una banca del Parque de la Bombilla, frente al monumento a Álvaro Obregón en el barrio de San Ángel de la Ciudad de México, la cantante y compositora cubana Haydée Milanés habló de las enseñanzas de su padre, el trovador Pablo Milanés, a quien hace homenaje con su música, pero de quien también se separa en busca de su propio camino.
“Es un momento especial porque es la primera vez que me voy a presentar sola con mi banda en la Ciudad de México. ¡Estoy muy contenta! Vamos a presentar un repertorio con canciones de mis anteriores discos y de autores importantes cubanos, incluyendo a mi padre, quien es autor de mi disco anterior: Amor, Haydée Milanés a dúo con Pablo Milanés, que hice en homenaje a su obra”, reveló.
Haydée, quien se presentará el 12 de octubre en el Lunario del Auditorio Nacional arropada por su trío, porta con orgullo el apellido Milanés.
“Desde que comencé mi carrera siempre fui muy rebelde con esa cosa de ser hija de mi padre. Mi primer disco se llamó Haydée, porque no quería asumir el hecho del apellido Milanés. Siempre traté de hacer mi propio camino, tratar de interpretar a otros autores, buscar mi propio estilo, que es una de las cosas más importantes que debe lograr un artista”, relató.
Sin embargo, tras varios años, se preguntó: ¿Voy a tener a mi padre a mi lado y no voy a aprovechar la oportunidad de cantar junto a él esas canciones suyas con las que crecí? La respuesta fue clara.
“Esas canciones me enseñaron a cantar, a apreciar el arte. La música y la vida. Así que decidí que tenía que homenajear esa música y fue una forma de reconciliarme, con ser su hija y darle las gracias por todo lo que aprendí de él.”
Haydée precisó que emprender una carrera en el mundo de la música es complicado y mucho más aún, mantenerse en ella.
“Siendo hija de una figura tan importante como Pablo Milanés, hay comparaciones. Muchas veces la gente piensa que no te has ganado las cosas, que todo te lo han dado y que no necesito ayuda. Es un poco complicado. Hay que ir asumiendo esas cosas. Ha medida que he madurado, me doy cuenta que el apellido de mi padre es algo que me pertenece. Tuve que aprender a disfrutar que soy hija de él sintiendo el orgullo, porque antes tenía un poco de pudor de que la gente pensara que explotaría mi apellido. Es un privilegio ser hija de mi padre porque he aprendido de la música, de la vida y del gran ser humano que es”, aseguró la madre de una niña de cuatro años.
Aunque Haydée se siente cómoda con el bolero, en su interés están el jazz, la música brasileña e incluso el pop y el rock. Sin embargo, su prioridad es destacar sus raíces: la música cubana.
“Me interesa mucho la canción cubana y no sólo los temas de mi padre, sino, por ejemplo, las composiciones de Marta Valdés, así como rescatar a otros autores cubanos. Trabajar en mis raíces. Salir de Cuba y presentar música cubana.
El objetivo no es desligarme de mi padre, sino encontrar dentro de mí qué es lo que puedo dar. He encontrado mi propio canto. Me gusta que la música respire y que cada vez que se cante una canción tenga un matiz diferente”, detalló Milanés.
La compositora guarda en su bolsillo una publicación musical para el siguiente año: una edición deluxe de su disco Amor, junto a intérpretes con los que cantará los temas de su padre como Julieta Venegas, Rosalía León, Francisco Céspedes y Omara Portuondo.
“Estará incluido el disco que hice con mi padre, más algunas colaboraciones como con Julieta Venegas en el sencillo Si ella me faltara alguna vez y con Omara Portuondo con Yolanda que se lanza en este mes de septiembre. Y se siguen sumando artistas. Eso me tiene contenta”, dijo.
Y aunque escribió un tema dedicado a su padre, está aún en un cajón, en espera de grabarse, quizá para su siguiente disco. Mientras tanto, disfruta del sol de una tarde de septiembre en México, en espera de su próximo concierto que lleva en el corazón el legado Milanés.